Según el último informe IAB Spain sobre redes sociales, más de 30 millones de personas en nuestro país utilizan estas plataformas de una u otra manera. De todos ellos, el núcleo principal de usuarios se centra en los jóvenes. En este contexto tan digitalizado, la comunicación ambiental ha encontrado nuevas formas de conectar con las audiencias y fomentar una relación sostenible con el medio ambiente. Y una estrategia basada en el storytelling es un aliado esencial para quienes buscan sensibilizar a la sociedad.
Las redes sociales han transformado la manera de comunicarnos. Estas plataformas permiten la interacción entre un emisor y un receptor, pero también permiten que la comunicación pueda funcionar de forma bidireccional, convirtiendo a los receptores en agentes activos.
Por ejemplo, YouTube se ha convertido en un lugar al que acudir cuando necesitamos un vídeo educativo que nos permita entender asuntos complejos de una forma accesible, mientras que Instagram y TikTok apuestan por contenidos visuales y dinámicos que capturen la atención de los usuarios. Twitter, ahora conocida como X, continúa siendo un canal fundamental para transmitir información en tiempo real, a menudo impulsada por hashtags como #EA26, que nació para fomentar la conversación sobre educación ambiental.
Las redes sociales van más allá de ser una herramienta de comunicación, pueden convertirse en espacios educativos. De esta manera, diversas organizaciones y educadores han aprovechado su alcance para transmitir conocimientos ambientales de diversas formas. Campañas como #PorElClima invitan a formar parte de una comunidad virtual en la que ciudadanía y organizaciones realicen acciones comprometidas que se traduzcan en reducciones efectivas de emisiones de CO2.
La educación ambiental también encuentra en el contenido audiovisual un aliado significativo. Los estudios han podido comprobar que la retención de información es mayor a través de esto en comparación con el texto. Ejemplos como Clima Bar o Todos Somos Reciclaje, son una muestra de que la educación ambiental puede ser efectiva y entretenida a la vez.
El storytelling es, sencillamente, la habilidad de contar historias. Una técnica que ha existido desde tiempos inmemoriales.
En el ámbito de la comunicación, es una herramienta clave a la hora de conectar a nivel emocional con las audiencias, ya que permite transmitir mensajes complejos de forma más comprensible, además de los valores y la visión de una marca o producto.
Se trata de una técnica basada en crear narrativas que incluyan personajes, conflictos y soluciones y, más que informar, busca generar la empatía y motivar a la acción generando un vínculo emocional entre el receptor y la historia que se narra.
En el ámbito ambiental, el storytelling se ha convertido en una estrategia clave para sensibilizar sobre problemas globales, como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. Campañas como Hay un monstruo en mi cocina o Rang-tan: la historia del bebé orangután y el aceite de palma de Greenpeace son un claro ejemplo de cómo, a través de una historia que parece contada para niños, se explica una realidad compleja y se inspiran acciones concretas de la mano de los valores de una organización.
El storytelling ambiental utiliza diversos recursos como testimonios o datos, presentados de forma visual, para captar la atención y generar un impacto duradero. Estas narrativas son especialmente efectivas en redes sociales, donde los usuarios buscan contenido emocionalmente relevante y que se pueda compartir fácilmente. No obstante, las nuevas tendencias de la comunicación presentan diversas formas de llevar a cabo acciones enfocadas al storytelling. De esta forma es posible elegir entre vídeo, audio, fotografía e incluso dinámicas de gamificación para lograr informar y educar por un cambio positivo. sde podcasts a newsletters, páginas web, plataformas en las que llevar a cabo acciones de esto.
En Ecosilvo, la rama de Grupo Silvoturismo especializada en comunicación, llevamos el storytelling a otro nivel gracias a un equipo creativo especializado capturar la esencia de cada proyecto y transmitirlo de una forma que informe y conecte con quienes las escuchan.