El proyecto de Ley de Restauración de la Naturaleza se presentó por vez primera en junio de 2022 como parte del Pacto Verde Europeo y la estrategia de biodiversidad 2030. El objetivo, reparar al menos el 20% de los ecosistemas terrestres y marinos degradados en 2030 y todos ellos para el 2050 en un contexto en el que más del 80 % de los hábitats europeos están en mal estado.
Se trata de la primera norma europea de protección de la biodiversidad y restauración de los ecosistemas, que finalmente ha salido adelante en 2024 con 20 votos a favor (España entre ellos), 6 en contra (Italia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Finlandia y Suecia), y la abstención de Bélgica. De esta forma, la UE está en consonancia con los acuerdos de biodiversidad de las Naciones Unidas.
Además de regenerar todos los ecosistemas, desde los bosques y las tierras agrícolas hasta los ecosistemas marinos, de agua dulce y urbanos; esta normativa europea contribuye a alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE y mejorar la seguridad alimentaria. Asimismo, los Estados miembros también tendrán que adoptar planes nacionales de restauración que recojan cómo alcanzar estos objetivos.
Respecto a los ecosistemas agrícolas, se ha de avanzar en los siguientes indicadores: índice de mariposas de los pastizales, la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas muy diversas, las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierra de cultivo y la adopción de medidas para aumentar el índice de aves comunes ligadas a medios agrarios.
En relación con los ecosistemas forestales deben de plantarse 3.000 millones de árboles más, convertir al menos 25.000 km de ríos en cauces libres y garantizar que no se produzca una pérdida de la superficie nacional total de espacios verdes urbanos.