Los Planes Locales de Prevención de Incendios Forestales (PLPIF) son una herramienta primordial para los ayuntamientos que cuentan con terrenos forestales en sus términos municipales.
En él se recogen las medidas preventivas que deben adoptar en caso de que se declarase un incendio forestal, para lo cual deben contener una descripción pormenorizada de las actuaciones y trabajos que deben llevar a cabo para salvaguardar su masa forestal.
En la provincia de Alicante, el 43,6 % de su superficie corresponde a terrenos forestales, lo que da cuenta de la importancia de la redacción de estos planes y de la necesidad de llevar a cabo las acciones programadas en los mismos para una correcta prevención.
El Plan Local de Prevención de Incendios Forestales debe incluir una descripción del término municipal, que incluya el estudio del medio físico: fisiografía, hidrografía y clima, descripción de la flora y fauna, el paisaje, las masas forestales y los espacios protegidos. También un estudio del medio socioeconómico: población, caracterización de los propietarios del suelo y la superficie urbana forestal (núcleos urbanizados en contacto o a menos de 500 metros de terreno forestal), entre otros.
Otros de los aspectos a tener en cuenta es realizar un inventario de los medios propios y que puedan movilizar en caso de incendio (tanto de vigilancia como de extinción), así como un inventario de las infraestructuras existentes, tales como caminos y pistas relevantes en las labores de prevención y de extinción, áreas cortafuegos y tratamientos silvícolas o los puntos de agua disponibles.
En este sentido, cobra especial importancia la realización de fajas cortafuegos, clareos y podas selectivas para disminuir la masa forestal de nuestros montes y evitar la propagación del fuego en caso de incendio forestal. En Silvoturismo, nuestras brigadas de medio natural realizan labores de desbroce, limpieza y talas selectivas con este fin.
De hecho, recientemente hemos realizado una faja cortafuegos en el Balcón de Alicante, en el término municipal de Tibi, con el fin de facilitar la evacuación de los visitantes en caso de declararse un incendio.
Para la realización de la faja cortafuegos se han llevado a cabo trabajos de clareo, poda y desbroce de la masa principal, de forma que se ha disminuido considerablemente la zona combustible para evitar las continuidades y crear árboles resistentes.
En concreto, se ha procedido a la eliminación de todos los árboles que crecían bajo el dosel de un árbol de mayor altura; en caso de dejar algún árbol joven se han agrupado en bosquetes; y el arbolado ha quedado espaciado de tal forma que no existe continuidad entre sus copas, espaciándolas al menos cinco metros.
El arbolado seleccionado se ha escogido por sus características, dimensiones y mejor resistencia frente a los incendios forestales. Éste se ha podado hasta una altura mínima de dos metros (o el 50% de su altura), realizando un desbroce bajo su copa. La poda realizada ha sido eliminando las ramas bajas de los árboles de mayor tamaño y de los restos que se acumulan sobre ellas. Esta acción evita la propagación vertical del fuego desde el suelo hasta el dosel y el incremento de intensidad que dicha propagación conlleva.
Asimismo, las actuaciones también han conllevado la eliminación de matorral para disminuir combustible forestal a una distancia de 12 metros desde cualquier construcción, se han eliminado los árboles viejos, enfermos o muertos por el alto riesgo que suponen de ignición y propagación del fuego; y se ha segado la vegetación herbácea que crece cada año para que no supere los 5 cm de altura.