Una ciudad inteligente, también conocida como Smart City, es una urbe que utiliza tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y optimizar el funcionamiento de los servicios urbanos. Esto implica el uso innovador de datos, sensores y otras tecnologías para gestionar de manera eficiente los recursos y las infraestructuras de la ciudad. Las ciudades inteligentes se centran en mejorar la movilidad, la gestión energética, el suministro de agua, la administración pública, la seguridad, la educación y otros servicios, mediante el uso de la información en tiempo real para tomar decisiones más informadas y eficientes.
La relación entre ciudades inteligentes y sostenibilidad es estrecha. Las tecnologías utilizadas en las ciudades inteligentes no solo mejoran la eficiencia y la comodidad para los ciudadanos, sino que también tienen un impacto positivo en el medio ambiente. Al optimizar el uso de los recursos, como la energía y el agua, las ciudades inteligentes pueden reducir su huella ecológica. Además, al fomentar la movilidad sostenible, se reduce la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero.
En España, varias ciudades han liderado iniciativas para convertirse en Smart Cities, lo que las ha situado a la vanguardia a nivel europeo y global. En este artículo te mostramos las más importantes.
València ha sido nombrada Capital Verde Europea 2024. Destaca por su compromiso con la sostenibilidad y la calidad de vida gracias a la protección y creación de espacios verdes, la peatonalización de las principales calles de la ciudad y la priorización de la movilidad sostenible. Para lograr este reconocimiento, han llevado a cabo determinadas acciones concretas, como la certificación de su huella de carbono turística, la creación de un circuito de más de 16o km de carriles para bicicletas, la transformación del antiguo cauce del río en el Jardín del Turia, el parque urbano más largo de Europa o conseguir que más del 90% de los residentes vivan a menos de 300 metros de áreas verdes urbanas. Además, la digitalización la convierte en una ciudad inteligente y sostenible gracias al uso de tecnologías para gestionar el tráfico, la energía o el tratamiento de residuos sin perder de vista la economía local y circular.
La ciudad de Santander, en un proyecto experimental dentro de la Unión Europea, ha desplegado una de las mayores infraestructuras tecnológicas urbanas existentes en el mundo. A través de hasta 12.000 sensores colocados en diferentes puntos de control, el Ayuntamiento cuenta con información actualizada que le permite adecuar la gestión municipal a las necesidades reales de la ciudadanía. Esto desempeña un papel fundamental a la hora de crear una ciudad sostenible, ya que es posible reaccionar de forma inmediata e interrelacionada. Así, por ejemplo, gracias a los sensores instalados en los contenedores, los servicios de recogida pueden conocer si es necesario su vaciado o no, modificando la ruta en el mismo momento y reduciendo tiempo, emisiones y recursos.
Por otro lado, los habitantes de la ciudad tienen acceso a diferentes aplicaciones que les permiten participar en la toma de decisiones y les brindan diferentes datos, como el estado del tráfico, las plazas de aparcamiento en determinadas calles o el horario real del transporte público, lo que también es un paso adelante hacia la reducción de la huella de carbono.
Vitoria-Gasteiz, nombrada en 2012 'Green Capital' de Europa, ha sido distinguida nuevamente en 2019 con el título de capital verde, pero esta vez a nivel global. Con este galardón, la ong respaldada por la ONU Global Forum on Human Settlements ha reconocido la trayectoria en materia de sostenibilidad que durante los últimos años ha experimentado la ciudad. Para ello, se han estimado diversas medidas, como la peatonalización del centro urbano, el sistema de recogida de basuras de manera eficiente o el "anillo verde" (creado en 1993 para restaurar zonas degradadas de los alrededores de la ciudad). No obstante, además de las razones concretas que han llevado a la ciudad a hacerse con este galardón, también se ha valorado el trabajo que esta ciudad, en la que conviven 250.000 personas, ha llevado a cabo en materia de seguridad, prosperidad, felicidad y equidad.
En Valladolid, la movilidad urbana sostenible se convierte en una realidad gracias a la colaboración entre la administración, el sector privado y la comunidad. Con el apoyo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento, la empresa de movilidad EYSA ha establecido un hub tecnológico en Valladolid. Este centro está compuesto por 45 desarrolladores que trabajan en sistemas inteligentes para mejorar la movilidad, tanto urbana como interurbana en toda España. Este enfoque se integra en la transformación de Valladolid en una Smart City desde 2011, cuando fue reconocida como "Ciudad de Ciencia e Innovación".
Proyectos como la Cúpula del Milenio, que funciona con energía renovable, y la ruta Ríos de Luz, que destaca la iluminación creativa del centro histórico, son ejemplos de la transformación sostenible y tecnológica de la ciudad, que ahora se impulsa aún más con iniciativas como el centro tecnológico de EYSA, que pretende buscar soluciones tecnológicas y sostenibles a la movilidad de la ciudad.
Madrid ha llevado a cabo diferentes proyectos dentro de la estrategia 'Madrid 360' enfocados a la transformación digital y a convertirse en una urbe verde. Dentro de este programa, se ha centrado en la inversión en un transporte público menos contaminante, en la expansión de la red de bicicletas municipales y en la instalación de puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos. Además, la iniciativa 'Madrid 360 Solar' ha promovido el autoconsumo energético a través de paneles solares.
Todo esto se ha llevado a cabo junto a un aumento de creación de zonas verdes, a la implementación de un plan de ayudas para la sustitución de instalaciones de calefacción por otras más sostenibles y al uso de la tecnología inteligente aplicada a la gestión de residuos a través del programa MiNT. Por otro lado, Madrid Distrito Centro es un referente a nivel global debido al control exhaustivo de las emisiones de CO2 y de la circulación de los vehículos de la zona.
Zaragoza destaca dentro de las ciudades inteligentes españolas gracias a su enfoque en la movilidad sostenible. Para liderar su transformación en una Smart City sostenible, el Ayuntamiento ha sumado a José Antonio Ondiviela, experto en Smart Cities de Microsoft, y han colaborado con proyectos como 'ciem data lab' para estrategias de eficiencia energética y planificación sostenible.
El plan de movilidad urbana de la ciudad se basa en principios como la movilidad segura, intermodal, accesible y eficiente, convirtiéndola en un modelo para otras ciudades. La ciudad también tiene planes para albergar una fábrica de baterías para vehículos eléctricos, aprovechando la alta concentración de fábricas de automóviles en un radio cercano. Además, la creación de la Mesa de la Movilidad Sostenible, una iniciativa público-privada, está definiendo estrategias a corto y largo plazo para fomentar el uso de energías alternativas en vehículos nuevos.
En general, Zaragoza está transformando espacios emblemáticos en referencias de la industria automotriz que respaldan la movilidad sostenible, promoviendo la descongestión del tráfico, la reducción de emisiones de CO2 y un futuro más limpio para el planeta.
La ciudad vasca de Bilbao ha experimentado una enorme transformación en las últimas décadas y ahora es una ciudad inteligente en constante innovación. Bilbao ha llevado a cabo proyectos de tecnología inteligente en áreas como la movilidad, la seguridad y la energía, y ha establecido un centro de innovación para fomentar la colaboración entre empresas, universidades y el gobierno.
Entre los proyectos que ha realizado para convertirse en una de las principales Smart Cities españolas, los más destacados tienen relación con su análisis del Big Data. Gracias a la recopilación, análisis y gestión de datos masivos, han logrado una administración más eficiente al servicio de los ciudadanos gracias a la gestión del transporte público, servicios médicos, reciclaje y la facilidad de realizar citas médicas y compras de ocio en línea.
Por ello, no es de extrañar que Bilbao fuera la primera institución pública en obtener el certificado de Ciudad Inteligente y Datos Abiertos y que se haya obtenido una buena posición en el Smart City Index, un ranking presentado por el prestigioso Institute for Management Development (IMD).
El proyecto Smart City en Murcia está directamente enfocado y comprometido en cuidar el medio ambiente. En el VI Congreso de Ciudades Inteligentes en Madrid, Murcia presentó su proyecto de Ciudad Inteligente, destacando su enfoque en eficiencia, accesibilidad y equidad.
El plan integra todos los departamentos del Ayuntamiento en una plataforma centralizada llamada CEUS (Centro Único de Seguimiento). Murcia Smart City permite aumentar la eficiencia en diferentes aspectos medioambientales, como la gestión del alumbrado público inteligente y las estaciones de monitorización ambiental.
En esta línea, destacan proyectos concretos como la reforestación con semillas inteligentes usando drones, la creación de la primera red pública de recarga de vehículos eléctricos en España, el uso de pavimentos especiales para reducir la contaminación del aire o un sistema de riego inteligente en 3.000 zonas verdes.
Sevilla ha ido dando pasos firmes en los últimos años en la implementación de medidas que potencien la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico. Como fruto de esto, ha sido nombrada Capital Europea de Turismo Inteligente 2023 por la Comision Europea para destinos innovadores y sostenibles.
Esta distinción refuerza la posición de la ciudad como destino turístico equilibrado, donde uno de cada cuatro residentes trabaja en el sector turístico, y promueve un enfoque compartido hacia un turismo urbano sostenible. La ciudad ha destacado por su movilidad urbana sostenible, su accesibilidad, digitalización y el enfoque innovador y creativo con el que da a conocer su patrimonio histórico.
Sevilla está implicada en proyectos que buscan ahorrar energía en edificios y espacios y se encuentra en disposición de implementar el programa Smart Tourism Office, coordinando eventos y actividades relacionadas con el turismo inteligente, incluyendo congresos internacionales y eventos para ciudadanos y emprendedores.
La ciudad de Málaga se ha convertido en un referente al integrar las energías renovables en su red eléctrica a través del programa Smartcity Málaga, un proyecto respaldado por Europa y liderado por Endesa. Este programa ha revolucionado la eficiencia energética en la ciudad, involucrando a empresas y centros de investigación, y ha beneficiado a diversos usuarios residenciales, de servicios e industriales.
Como consecuencia, han experimentado un incremento del ahorro en el consumo eléctrico de la ciudad, lo que también se traduce en menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Su enfoque de ciudad inteligente se basa en tres objetivos: reducir costes, ser más ecológica y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Smartcity Málaga es una iniciativa que engloba servicios como la gestión del agua, los sensores ambientales, la recogida de residuos y el alumbrado público, integrados en una plataforma inteligente.
Castellón quiere consolidarse como un referente tecnológico participando en la iniciativa “Mi Ciudad Inteligente”. Este proyecto de difusión tiene el fin de divulgar el concepto de “Smart City”, poniendo en valor la movilidad sostenible, la eficiencia energética, la habitabilidad urbana y otras políticas de ciudad inteligente llevadas a cabo por los ayuntamientos.
El proyecto se centra en la experiencia de un vehículo eléctrico unipersonal (un Renault Twizzy), para resaltar la sostenibilidad, la eficiencia y la comunicación aplicadas a las ciudades inteligentes. Cada ciudad tiene un día para mostrar sus iniciativas Smart City, líderes, conceptos y desafíos futuros.
Esta participación refuerza la posición de Castellón como una ciudad tecnológica que busca mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y la iniciativa también incluirá la grabación de un documental sobre la realidad española en la implementación de las ciudades inteligentes.
El Parlamento Balear aprobó un nueva Ley de Turismo que impone medidas encaminadas a reducir la contaminación del medio ambiente. Esta ley incluye medidas que obligan a los establecimientos hoteleros a reemplazar las calderas de fueloil o gasóleo por sistemas de menor emisión y controlar el consumo de energía y agua. Además, deben ofrecer al menos un 3-5% de productos locales agrícolas, ganaderos o pesqueros. Este proyecto pretende reforzar la afirmación de que la sostenibilidad no es un producto, sino una necesidad.
Por otro lado, Palma de Mallorca está dando pasos significativos para convertirse en una Smart City. A través de diferentes proyectos, tienen como objetivo aplicar tecnologías inteligentes para buscar la eficiencia y sostenibilidad, a través de la movilidad sostenible, la economía circular y la participación ciudadana, adaptándose así a un mundo global cambiante.