Los vértices geodésicos son elementos clave en la georreferenciación, siendo puntos señalizados cuyas coordenadas UTM son conocidas, formando una red de triangulación en todo el territorio nacional. Estos vértices son fundamentales para la elaboración de mapas topográficos a diversas escalas, ya sean nacionales, regionales o locales.
En España, la red de vértices geodésicos cuenta con alrededor de 11,000 puntos, cada uno conformado por un pilar de aproximadamente 120 centímetros de altura y 30 de diámetro, ubicado sobre una base de hormigón. Estos vértices suelen estar situados en lugares altos y despejados que permiten la visibilidad desde distintos ángulos, siendo protegidos por ley desde 1975.
La red de vértices geodésicos en España se divide en tres categorías: de primer, segundo y tercer orden, cada una con diferentes características y propósitos. Los vértices de orden superior forman la base para los de órdenes inferiores, creando una red interconectada que abarca todo el país.
Los datos sobre los vértices geodésicos, incluidas sus características físicas y coordenadas geográficas, son obtenidos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Estos datos son esenciales en el proceso de georreferenciación, ya que proporcionan puntos de partida para determinar las coordenadas UTM de otros objetos físicos en el terreno.
El sistema de coordenadas oficial utilizado en España es el UTM, que se caracteriza por su precisión y fiabilidad. Este sistema se basa en el European Terrestrial Reference System de 1984 y el Geodetic Reference System 1980 (GRS80), con parámetros específicos que garantizan una correcta georreferenciación.
La georreferenciación es una herramienta fundamental en topografía que permite situar con precisión cualquier objeto físico sobre la superficie terrestre utilizando un sistema de coordenadas UTM. Esta técnica, respaldada por la red de vértices geodésicos y sistemas de coordenadas estandarizados, es crucial en la elaboración de mapas topográficos y otras aplicaciones cartográficas.